Cuando sonríes amanece
Alto valor, no es preciso que seas el presidente de un país o bien un rock star, únicamente debes cambiar ciertas creencias sobre ti y sobre el resto, además de proyectar ciertas cualidades en la forma en que te comunicas.
Pero con espacio para más
Alto valor, no es preciso que seas el presidente de un país o bien un rock star, únicamente debes cambiar ciertas creencias sobre ti y sobre el resto, además de proyectar ciertas cualidades en la forma en que te comunicas.
Tenía un amigo, era ex legionario, que me comentaba: mira, me da miedo hablar con mujeres. En mi vida me han disparado, he saltado de aeroplanos en paracaídas, he estado en batallas, han explotado bombas cerca de mí… lo único que me asusta es charlar con mujeres.
O bien ya no a otras personas, sencillamente cuando hablas con tu amiga del alma o con ese amigo leal que siempre está ahí y le afirmas, no tengo suerte, a mí siempre me pasa esto o nunca me irá bien.
Desde el punto de vista religioso, los ritos fueron concretos con la masturbación, mas los cristianos fueron muy genéricos con todos los pecados sexuales hasta el S.XII. La masturbación no figuraba entre ellos y recién en el S. XVIII, con la avalancha a la que me he
Yo me pregunto: ¿Primero se transforma la relación en una mierda y después llega el otro o bien la otra?, o bien al contrario ¿Llega el otro(a) y después la relación original se vuelve una mierda? Creo que esto es algo como la eterna interrogante de: ¿Qué llegó primero el huevo o bien la gallina?
La otra opción alternativa es echar mano de un instrumento originalmente de uso médico, mas que poquito a poco, invade las habitaciones y las camas de las parejas que buscan ensalzar sus relaciones íntimas. Tratase del especulo, un aparato empleado para dilatar el esfínter y mantenerlo abierto.
Desde hacía años un par de veces por mes iba a casa de Viorica, una prostituta que conoció en un Club. Allí, anterior pago, Viorica le hacía todas y cada una de las perrerías que Paulino le pedía: insultos, pellizcos, humillaciones, humillaciones, le pegaba, lo anudaba, mientras se excitaba hasta límites inesperados.
Si quieres disfrutar de la compañía de una amante experimentada y condescendiente, llama a La Suite y pregunta por mí. Entre mis brazos descubrirás sensaciones ignotas.
Verdaderamente no es un secreto, porque se repite durante este texto, y por una buena razón. Bañarse en un buen lubricante sexual a base de agua o bien silicona es totalmente esencial para su placer, su seguridad y tal vez incluso su clímax.
En Buenos Aires asimismo. Intrigado, como vos, por estar escribiéndote. Los caminos pasan más cerca de lo que en ocasiones uno imagina. Los pasillos del ciberespacio son amplios y también complicados, uno aparece y desaparece sin dejar indicios. Esperemos prosiga sintiendo tu presencia invisible, prácticamente onírica.